Cómo plantar el hueso de aguacate de manera fácil y sencilla
Aguacate, palta, avocado… el capricho más millenial, tanto que decían que esa generación no es capaz de comprarse una casa por todo lo que gasta en aguacate. Esos son solo algunos nombres con los que se conoce el fruto de la Persea americana. Se trata de un fruto oriundo del continente americano que se obtiene del árbol tropical del mismo nombre.
Mide habitualmente entre 5-6 cm de longitud. El peso normal oscila entre 200-400 g, aunque pueden encontrarse piezas de hasta 2 kg de peso. La corteza es gruesa y dura de color verde cuyo tono y textura depende de la variedad. La pulpa es aceitosa de color crema a verde amarillento. Posee una única semilla redondeada de color pardo claro y 2-4 cm.
El aguacate, aparte de estar muy rico, posee muchísimas ventajas nutricionales, como por ejemplo que ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos y nos aporta vitaminas K, C, B5, B6, E y A. Es cierto que es bastante graso, pero la grasa de aguacate es ácido oleico, una ácido graso saludable para nuestro organismo.
¿A quién no le encantaría levantarse por la mañana, coger un aguacate de su árbol y desayunarlo? Solo se nos ocurre algún alérgico, si es que los hay. Y pese a que no es tan rápido llegar a ese punto (los aguacateros tardan entre 4 y 7 años en dar frutos) hay que empezar por algún sitio...
Sí, ¡vamos a plantar el hueso del aguacate! Sigue nuestros sencillos pasos para saber cual es el procedemiento correcto para hacer geminar tu aguacate.
Paso 1: Consigue un hueso de aguacate
El mejor momento para conseguir un hueso de aguacate que de buen resultado cuando lo plantemos es cuando el aguacate esté más maduro y blando, así que fenomenal, porque será el momento en que querrás comértelo. Ten cuidado al sacar la semilla, mucha gente le da un corte con el cuchillo y aunque no es desastroso si lo hacemos, lo ideal es evitarlo.
Paso 2: Deja que el hueso del aguacate se seque por completo
Una vez está fuera, lávalo bien, para quitar todos los restos posibles de carne del fruto y verás que tiene una piel marrón que lo recubre. Se paciente y deja que seque durante unos días, se cuartee y se caiga (puedes ayudar un poco).
Paso 3: Agua o tierra, ¿qué es mejor para que el hueso del aguacate germine?
Si te decides por la opción de plantar el hueso de aguacate en agua (si hay niños cerca, es la opción recomendada, porque podréis ver crecer la raíz y el tallo) tendrás que clavas tres palillos horizontalmente en la zona más gruesa del hueso para que sirvan de sujeción al vaso. Lo que tratamos de conseguir es un soporte que permita que la base de la semilla esté sumergida y el resto permanezca fuera.
Presta mucha atención, porque pese a que tardarás en ver algún cambio hasta tres semanas, el agua se evapora rápidamente y siempre debe estar en contacto con ella. Si todo va bien, empezará a salir una raíz y el hueso se partirá por la mitad. Entonces, empezará a aparecer el tallo. Si el agua se pone muy oscura o pegajosa, cámbiala, pero no laves la raíz. Una vez hayan salido las primeras hojas, es momento de transplantarlo a una maceta con tierra y asegurarte de que se mantiene húmedo, pero no encharcado.
Si eliges la opción de cultivar el hueso del aguacate en tierra directamente, tienes que saber que es una opción más lenta y menos vistosa. Aun así, requiere de ciertos cuidados. Para ello, remoja la semilla en agua caliente durante media hora, así ablandarás el exterior y se lo pondrás más fácil a las futuras raíces.
En algunas páginas de internet recomiendan cortarle la punta al hueso, pero no parece necesario ni mucho menos seguro el intentar cortar un hueso de aguacate, así que mejor lo enterramos tal cual. En tierra húmeda, eso sí, y asegurándonos de que la maceta se mantiene con agua suficiente y en un ambiente templado y soleado, hay que recordar que son plantas tropicales, si no perciben que las condiciones son óptimas, no germinará la semilla.
Ten claro que si sigues todo este proceso obtendrás una planta con grandes y verdes hojas, pero es muy posible que nunca llegues a comerte un solo aguacate cultivado en tu salón. ¿Pero a quién le importa? Solo por el placer de verlo crecer, merece la pena. Siempre podemos seguir comprándolos en la frutería, ¿o no deberíamos?
¿Es sostenible la compra del aguacate?
Ya que no vamos a ser capaces de producirlo por nosotros mismos, tenemos que ocuparnos de que los aguacates que compremos sean sostenibles. Hay que tener claro que la alta demanda de un fruto que tarda tanto en producirse y que consume muchos recursos en su cultivo (cada aguacate necesita aproximadamente 320 litros de agua para crecer) no es ideal.
Enfrentamos una encrucijada: ¿compro aguacates producidos en España, siendo este un país con alto riesgo de desertificación o los compro fuera, provenientes de algún país con menos escasez de agua pero con el consiguiente consumo energético y contaminación por su transporte?
Desgraciadamente no hay respuesta fácil, lo más importante es hacer un consumo responsable, comedido y asegurarte de que tu proveedor obtiene sus aguacates procedentes de una agricultura responsable, pero sí, es mejor intentar que no sean de fuera, por ejemplo desde México, que es el principal productor de aguacate del mundo, seguido de la República Dominicana, Perú y Chile, se han exportado millones de dólares y más de 2 millones de toneladas de aguacates al año ya que debido a las condiciones climáticas, el aguacate se cosecha en México durante todo el año pero está esquilmando tierras y explotando sus recursos.
En España se trata de una fruta estacional, así que mejor en temporada y de cercanía, como siempre en casi todo. En el caso del aguacate, la temporada es de diciembre a mayo, aunque puede variar según la región. De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España los cultivos de aguacates se centran en zonas como Axarquía de Málaga y la costa tropical de Granada y también en lugares como Tenerife, Las Palmas, Alicante, Valencia, Huelva y Cádiz.
Y en breve, en tu balcón.