Elefantes: Donde viven, características y su situación actual
Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen actualmente y, como todo gran mamífero, está amenazado por la extinción. Básicamente por culpa del ser humano.
Tipos de elefantes y donde se encuentran
En el mundo existen tres especies de elefantes: el elefante africano de sabana, el africano de bosque y el elefante asiático. Todos ellos pertenecen a la familia de los proboscídeos y tienen una alimentación herbívora. Como curiosidad: son capaces de escuchar sonidos de baja frecuencia a través de sus patas.
Pero para conocerlos mejor y saber cuáles son sus amenazas, vamos a detallar cada una de las especies.
Elefante africano de sabana
Es el elefante africano más conocido y la especie más grande de las tres. De nombre científico Loxodonta africana, esta especie se considera amenazada según la Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
Este elefante habita el centro y sur del continente africano en entornos de bosques abiertos, zonas arbustivas, sabanas, pradera e, incluso, desiertos. En concreto se le puede encontrar en Angola, Botsuana, Camerún; República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Kenia, Malawi, Mali, Mozambique, Namibia, Nigeria, Ruanda, Somalia, Sudáfrica, Sudán del Sur, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabue; mientras que se ha extinguido de Burundi y Mauritania.
Se trata de una especie que alcanza los 3-4 metros de altura, con un peso medio de 6 toneladas (los machos pueden llegar a las 10 toneladas) y una longevidad cercana a los 25 años. Tiene un comportamiento migrador, viajando en manadas por diferentes regiones a lo largo del año en busca de las mejores zonas para alimentarse de plantas y hierbas y beber.
Las principales amenazas a las que se enfrenta esta especie son la caza ilegal por sus colmillos, la deforestación y el comercio de madera, la alteración de los hábitats para la extracción de recursos energéticos y minerales y las sequías derivadas del cambio climático.
Elefante africano de bosque
El segundo elefante africano, de nombre científico Loxodonta cyclotis, se encuentra en peligro crítico de extinción según la IUCN. Esta especie es bastante más pequeña que el elefante de sabana, pues no suele alcanzar los 3 metros (2,5 m) de altura y pesa unas 3-4 toneladas de media (los machos llegan a las 7 toneladas).
Aparte del tamaño, la forma del cráneo es ligeramente diferente entre ambas especies, así como los colmillos del elefante de bosque son más delgados y con un tono rosado, mientras que los del elefante de sabana son más blancos, gruesos y largos. Aun así, el parecido entre ambas especies hizo que se pensara que eran dos subespecies, en vez de las dos especies diferentes que se consideran ahora.
El elefante de bosque habita en las zonas forestales del centro de África: Angola, Benín, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Gabón, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Liberia, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leone, Sudán del Sur y Togo.
Esta especie ha visto su distribución reducida en más de un 60%, mientras que su población ha disminuido en más de 100.000 ejemplares desde 2006. La principal causa de su disminución se debe a la caza ilegal por sus colmillos y por su carne. Precisamente, el color rosado de los colmillos ha hecho que sean más cotizados que los de su especie hermana africana.
Elefante asiático
La última especie de elefante existente es la asiática, de nombre científico Elephas maximus, y es la más pequeña de las tres: tampoco llegan a los 3 metros de altura y los machos pesan como máximo 4 toneladas. Según la IUCN, esta especie se considera amenazada.
Se diferencian de las otras dos especies de elefantes porque el punto más alto se encuentra en la cabeza y no en la espalda, el cráneo tiene dos protuberancias en vez de ser plano, las orejas son proporcionalmente más pequeñas y el extremo de la trompa termina en una sola punta en vez de dos. Otra diferencia es que las hembras no suelen tener colmillos.
El elefante asiático habita en pasturas, bosques tropicales, bosques abiertos y zonas arbustivas y su distribución abarca los países de Bangladesh, Bután, Camboya, China, India, Indonesia, República Democrática Popular Lao, Malasia, Myanmar, Nepal, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam.
Es la única especie de elefante que cuenta con diferentes subespecies, cuatro en total: el elefante de Borneo, el elefante de Sumatra, el elefante de Sri Lanka y el elefante indio, que se encuentra en la zona continental de su distribución.
Igual que en las otras dos especies de elefante, la caza ilegal para el comercio de sus colmillos es la principal causa de disminución de las poblaciones de elefante asiático. Aunque también le afectan el crecimiento de las zonas urbanas, la extracción de recursos y la alteración de su hábitat para construir infraestructuras o plantaciones agrícolas y ganaderas.
Conservación de los elefantes
Como veis, las tres especies de elefantes se encuentran amenazadas, aunque la situación del elefante africano de bosque es más preocupante que las del elefante africano de sabana y del asiático.
En todas ellas las causas son muy parecidas, con la caza ilegal a la cabeza. Hay que tener en cuenta que el precio del marfil de los colmillos es el principal desencadenante de la caza de los elefantes, pues se calcula que un kilo de marfil vale más de 6.000€. De hecho, el tráfico ilegal de especies y de partes de animales y plantes mueve más de 20 millones de euros al año (al nivel del tráfico de armas, drogas o personas).
Por este motivo, muchos espacios protegidos en África y Asia cuentan con guardabosques armados para hacer frente a los cazadores furtivos y proteger a los elefantes y a otras especies amenazadas, como los rinocerontes.
Aparte de esta gran amenaza, la alteración de los hábitats sea por culpa del cambio climático o del ser humano también supone un riesgo para estas especies, que ven cómo se reduce su área de distribución y se fragmenta, impidiendo el movimiento de las manadas de elefantes.
Es importante saber que los elefantes se consideran especies clave en sus ecosistemas, pues su movimiento y comportamiento permite la supervivencia de muchas otras especies:
- Abren bosques, evitando que sean demasiado densos y puedan facilitar incendios y favoreciendo a esos organismos que necesitan sol;
- Compactan el suelo, disminuyendo la erosión;
- Sus pisadas crean microhábitats donde pueden desarrollarse pequeños organismos (desde anfibios hasta invertebrados);
- Sus heces fertilizan el suelo y permiten el buen funcionamiento del ecosistema edáfico;
- Numerosas especies de aves se alimentan de los insectos que habitan en su piel,
- Entre otros servicios ecosistémicos importantes.
Por este motivo, la supervivencia de estos grandes mamíferos es fundamental. No solo por el hecho de no querer que se extingan, sino porque muchas otras especies dependen de los elefantes y su desaparición podría tener efectos ecológicos desastrosos.
Por suerte, hay numerosas organizaciones que trabajan para evitar la extinción de los elefantes, como WWF, Save the Elephants, International Elephant Foundation y Ol Pejeta Conservancy.
Protección de la biodiversidad
La pérdida de biodiversidad y la crisis de extinción actuales son uno de los principales problemas a los que se enfrenta la humanidad. Gracias a los proyectos que protegen y conservan a los elefantes, junto con otras especies emblemáticas, se ha ido creando una conciencia ambiental importante y cada vez hay más gente que lucha para preservar la biodiversidad.
En Ecólatras no tenemos ningún proyecto que salve a los elefantes, pero tenemos nuestras iniciativas sostenibles y, por otro lado, sí que tenemos iniciativas que trabajan para conservar la biodiversidad como:
- Proyecto Rewilding del IES Miguel Herrero
- SIECE
