¿Por qué son importantes los murciélagos? Descubre su lado más bueno
¿Qué es lo primero que pensáis cuando veis un murciélago? Si os genera miedo o rechazo es que los percibís como criaturas nocturnas y misteriosas y los vinculáis a leyendas e historias de terror trasnochadas. Pero no son más que eso, supersticiones y falsos mitos basados en la ignorancia y la incomprensión de la forma de vida de estos fascinantes animales.
En realidad, pensad que estáis viendo el único mamífero de nuestro planeta capaz de volar por sí mismo. Y que contempláis un ser que tiene un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas de todo el mundo, sobre todo, por ser un controlador natural de plagas de insectos. Vamos a conocer mejor a estos animales para descubrir todos los beneficios que tienen para el medio ambiente y los seres humanos.
Una especie asombrosa
Las aproximadamente 1.400 especies conocidas de murciélagos pertenecen a la familia de los quirópteros, una de las mayores entre los mamíferos —tan solo superada en número por la de los roedores—, y se encuentran distribuidos en todo el mundo, a excepción de las zonas árticas. En la Península Ibérica se han identificado 35 especies de murciélagos diferentes, todas ellas insectívoras.
El nombre científico de los murciélagos es Chiroptera, que deriva de las palabras griegas cheir (mano) y pteron (ala). Esto se debe a que los murciélagos tienen cuatro dedos largos y un pulgar, cada uno unido al siguiente por una fina capa de piel. Esta membrana flexible de su piel y sus articulaciones les permiten volar con mucha velocidad y agilidad: pueden cambiar rápidamente de dirección y atrapar insectos en pleno vuelo. Y todo ello, a pesar de que apenas pueden ver y cazan en ambientes nocturnos.
Por eso su nombre en español surge de la creencia popular de que eran ratones ciegos y alados: proviene de las palabras latinas muris (ratón) y caeculus (diminutivo de caecus, ciego).
Ecolocalización, volando con sonidos
Otra de las características que no dejan de sorprender a todo los que contemplamos el rápido vuelo nocturno de estos mamíferos es que ellos ven mejor con el sonido que con sus ojos. Para paliar su deficiente visión —ven en blanco y negro, pero no son ciegos— utilizan la ecolocalización, un sistema que les permite localizar objetos emitiendo un sonido muy agudo que viaja hasta chocar con un objeto y escuchar sus ecos. El rebote del sonido les indica el tamaño del objeto y la distancia a la que se encuentra del murciélago.
Este sonar natural es tan sofisticado que algunos murciélagos pueden detectar un objeto tan pequeño como un cabello humano o reconocer diferencias de microsegundos en los ecos.
Vivir boca abajo
Otra de las costumbres que llaman la atención de los murciélagos es la de colgarse boca abajo cuando están en reposo. ¿Por qué lo hacen? Sobre todo para ser más eficientes y aprovechar su energía: los murciélagos no pueden remontar el vuelo fácilmente desde el suelo ya que sus alas no tienen suficiente fuerza para hacerlo —los murciélagos son más pesados que los pájaros ya que sus huesos no están huecos como el de las aves—, por lo tanto les es mucho más fácil emprender el vuelo desde un lugar alto, desde el que tan solo tienen que dejarse caer.
Finalmente, debido a su vida nocturna durante el día necesitan estar escondidos de posibles depredadores, como la mayoría de los animales caminan por el suelo, el hecho de estar colgados en altura les da una protección extra.
¿Por qué son auténticos superhéroes de alas negras?
Además de todas estas características únicas, que ya de por sí parecen superpoderes, los murciélagos se merecen nuestra admiración por ser tremendamente beneficiosos para los seres humanos y el medio ambiente.
Así, cuando veáis murciélagos en un entorno sabréis que estáis contemplando todo un superhéroe ambiental con alas porque:
Es uno de los más efectivos controladores de plagas que existen: tres cuartas partes de las especies de murciélagos (más de un 70 %) son insectívoras y, además, muy voraces… ¡Pueden comer más de 1.200 mosquitos en una hora! Y consumir el equivalente a su peso en insectos en una noche. Así que imaginaos el ahorro en pesticidas que consiguen nuestros alados amigos. Su incansable búsqueda de alimento cada noche ayuda a mantener controladas las poblaciones de insectos que podrían destruir cosechas, transmitir enfermedades (como la malaria transmitida por un mosquito) y causar molestias en nuestra vida diaria.
Además, actúan como dispersores naturales de semillas, especialmente en zonas tropicales y subtropicales donde habitan las especies que se alimentan de frutos (frugívoras). Son responsables de la recuperación de bosques en zonas alteradas porque sus excrementos ayudan a germinar las plantas que ingieren. Por eso, en algunos mercados estos excrementos son recolectados y comercializados bajo el nombre de guano o murcielaguina, un fertilizante natural muy demandado.
Las especies de murciélagos que se alimentan del néctar de las flores también actúan como polinizadores de las plantas, ¡igual que las abejas!
De hecho, solo existen tres especies de murciélago que se alimentan de sangre de ganado y otros animales, en ningún caso humana. La saliva de estas especies contiene draculina, una proteína anticoagulante que se utiliza en medicina para tratar enfermedades cardíacas. ¡Incluso estos murciélagos son beneficiosos para nosotros!
Tienen hasta un día dedicado en el calendario
Y es que no se merecen menos. Apuntaos esta fecha en el calendario: el 17 de abril de cada año se celebra el Día de Apreciación de los Murciélagos, para reconocer la insustituible función ecológica de estos increíbles animales de injusta fama y para concienciar a todas las personas sobre su importancia y su preservación.
¿Cómo podemos protegerlos?
Actualmente se calcula que un 20 % de los murciélagos en el mundo están amenazados y su mala fama injustificada ha hecho que numerosos programas de conservación no funcionen. Además, su baja natalidad hace más difícil recuperar las poblaciones en riesgo.
Las principales amenazas de los murciélagos son la pérdida de bosques y de lugares para refugiarse, las perturbaciones que los humanos generamos en sus refugios (son animales muy sensibles y si no están tranquilos para hibernar o criar pueden morir), la contaminación lumínica (la luz artificial les afecta y los hacen visibles a sus depredadores), el uso de insecticidas (que eliminan su alimento y los pueden intoxicar) o las palas de los grandes molinos eólicos, entre otras.
Ecólatras, podéis hacer mucho por proteger a nuestros amigos:
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Si entra un murciélago en vuestra casa: si es de noche y está volando, cerrad la luz y todas las puertas interiores dejando una única salida al exterior que el animal encontrará rápidamente. Si es de día y está quieto, recogedlo cuidadosamente (siempre con guantes) y ponedlo dentro de una caja donde pueda respirar, con un paño y un recipiente de agua. Por la noche, abrid la caja desde una ventana o un balcón para que pueda volar libremente.
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Si detectáis una colonia cerca de casa: podéis convivir con ellos sin problemas (y sin insectos). En cualquier caso, os recomendamos que contactéis con organizaciones especializadas como SECEMU (Sociedad Española para el estudio y la conservación de los murciélagos) para informaros de cómo actuar.
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Como diría David Attenbourgh, «Conocer es conservar», y el primer paso para hacerlo es divulgar todo lo que sabemos de los murciélagos para perder el miedo y luchar contra la desinformación. De esta manera, a través de las diferentes iniciativas de ciencia ciudadana podréis ayudar a recopilar datos para conocerlos mejor.
Proyectos respetuosos con los animales promovidos por los ecólatras
En la categoría “Respeto a los animales” de nuestro buscador de Iniciativas encontraréis proyectos tan inspiradores como:
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La asociación GREFA contribuye a la recuperación de la lechuza blanca en Córdoba, una ave de gran importancia ecológica ya que es una controladora natural de plagas.
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La asociación Caballos en Libertad promueve que estos majestuosos animales vivan plenamente en un entorno privilegiado de un pequeño poblado burgalés.
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La fundación IbizaPreservation defiende y protege la población de lagartija pitiusa un réptil endémico de Ibiza y Formentera que se encuentra seriamente amenazado.
Ecólatras, no dudéis en apoyarlos con vuestro voto, compartirlos o sumaros a sus actividades.