La hora del planeta: el apagón mundial
Este movimiento contra el cambio climático consiste en un apagón mundial de 60 minutos para concienciar a la población sobre el cambio climático y el consumo energético. Esa es la premisa de la Hora del Planeta, una acción en la que lo único que se pide es apagar la luz y los aparatos eléctricos.
Así nació la hora de la tierra
A día de hoy la Hora del Planeta es un auténtico acontecimiento ecológico, probablemente el más grande a nivel mundial donde se suman casi 200 países de todo el mundo. Pero si nos remontamos a sus orígenes, descubrimos que todo empezó por una campaña conjunta entre el World Wide Fund for Nature (WWF) y la agencia de publicidad Leo Burnett en Sídney el 31 de marzo de 2007.
¿Su propuesta? Un apagón energético entre las 19:30 y las 20:30 en toda la ciudad. Querían demostrar que un pequeño gesto a nivel personal podía suponer un gran ahorro en toda una ciudad, además de un respiro para el medio ambiente. Se estima que más de 2 millones de personas se unieron a esta iniciativa, que, sin saberlo sus organizadores, iría creciendo cada año hasta ser un movimiento imparable y de alcance global. Solo un año después, en 2008, ya había 35 países y 400 ciudades que apoyaron la Hora del Planeta quedándose a oscuras una hora.
Beneficios de la hora del planeta
Estamos consumiendo por encima de nuestras posibilidades. Eso es algo que ya sabemos desde hace mucho, pero el caso es que no frena. Ya nos harían falta casi dos planetas para dar abasto y por ahora solo tenemos uno.
Ese consumo de recursos tan exagerado provoca que cada vez vivamos más sucesos climatológicos extremos, como olas de calor, desastres naturales, olas de frío… todo ello bajo el cambio climático que estamos provocando.
Continuar a este ritmo nos hará enfrentar escasez de agua, de recursos, de alimentos y de terrenos en los que la vida sea agradable. ¿Has oído hablar de los refugiados climáticos? Ya está pasando, hay poblaciones que deben dejar su hogar porque se ha convertido en tierra yerma. Las pelis apocalípticas de ciencia ficción convirtiéndose en realidad.
Todo esto afecta por supuesto a los ecosistemas con la consiguiente pérdida de biodiversidad. Se vuelven más vulnerables frente a las perturbaciones y encuentran mermada su capacidad de regenerarse y proporcionar lo necesario para la vida en el planeta.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con apagar la luz de casa una hora? Efectivamente es una medida de concienciación. Igual que Roma no se construyó en un día, no vamos a solucionar un problema que venimos creando desde la revolución industrial en una hora. Pero aun así es muy importante.
Generar conciencia y unirnos como sociedad ante un problema es la clave de todo esto. Igual que los aplausos en el balcón durante la pandemia nos sirvieron para homenajear a nuestros sanitarios y trabajadores esenciales, también fueron un nexo con nuestros vecinos que nos hizo sentirnos acompañados y parte de un todo.
La hora del planeta nos conecta con los demás ante el enorme desafío que tenemos por delante y al que tenemos que hacer frente todos juntos: el cambio climático.
Efectivamente, apagar la luz del salón una hora no va a cambiar gran cosa, de hecho el consumo de energía en los hogares (del cual la iluminación supone menos de una quinta parte) representa alrededor del 17% del consumo energético del país, según datos de 2015 del Instituto Nacional de Estadística. Pero sirve para mandar un mensaje y recordarles a las empresas e instituciones que estamos aquí y estamos preocupados, que necesitamos que se tomen cartas en el asunto.
¿Y aparte, qué podemos hacer?
Llevar un modo de vida sostenible es importante todos los días del año si queremos ser parte de la solución.
Para reducir el consumo energético tenemos que empezar por comprar menos y comprar mejor. La distancia de dónde vienen nuestros productos y la energía que se usa para producirlos suele ser un consumo energético que no vemos y con el que no contamos, pero está detrás de muchos kilovatios desperdiciados. Compra cerca y compra producto local.
Pero también podemos ser más eficientes con nuestro consumo casero. Recuerda siempre aprovechar la luz natural. No enciendas una bombilla sin haber comprobado que has abierto las persianas y las cortinas. ¿Qué prefieres un planeta sano o que no te vean los vecinos? ¡Aprovecha y salúdales!
Apaga la luz cuando salgas de una estancia, aunque tengas LED, por poco que consuman si no lo estás disfrutando, es un despilfarro. Y hablando de despilfarrar: compra tapas para tus sartenes y cazuelas. La mayoría de la gente usa vitrocerámica y no usar la tapa cuando cocinamos hace que el calor se escape y tengamos que usar más energía. Además, se cocinarán antes las cosas.
Esa misma vitro conserva el calor una vez apagada, ¿por qué no usarlo? Apaga un poquito antes de terminar de cocinar y cuenta con el calor residual. Lo mismo sucede con el horno.
Y por supuesto, ha llegado el momento de poner de moda ir sin planchar. Pocas ventajas más allá de lo estético tiene el ir planchado y es un electrodoméstico que para lo pequeño que es consume muchísimo. Si no te decides a rebelarte contra la tiranía de la rectitud, organiza el planchado. Comienza a planchar las cosas delicadas que necesitan menos temperatura mientras se calienta, plancha lo demás y de nuevo, aprovecha el calor residual para unas cuantas camisetas de algodón.
¿Por qué este año es importante la hora del planeta?
2021 es un año crucial ya que se sentarán las bases de la acción climática que decidirá si ganamos o perdimos una batalla contra nosotros mismos.
En mayo se celebrará en Kunming (China) la 15ª Cumbre sobre la biodiversidad, que debió ser el pasado octubre pero se pospuso por la pandemia. No fue la única, ya que la Cumbre sobre el Clima 2021, también debió suceder en Glasgow pero este año se llevará a cabo y juntas se convertirán en referencia del ambicioso plan global que debemos urdir para cambiar cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea.